sábado, 27 de marzo de 2010
viernes, 26 de marzo de 2010
domingo, 7 de marzo de 2010
miércoles, 21 de octubre de 2009
martes, 20 de octubre de 2009
SINOPSIS
Madre y Padre emprenden el desafío de trabajar por una nueva realidad para la Hija. El lugar elegido será un sótano húmedo y frío para protegerse de los peligros del mundo exterior. La Hija no conoce el exterior y la Madre hace tiempo que ya no sale. El Padre es el único vínculo con ese afuera que los inquieta. La Hija ignora que haya un “otro lugar” sin embargo, algo instintivo la hace dudar, preguntar, querer encontrar alguna respuesta o alguna fecha que tranquilice su angustia ontológica. ¿Cuándo es su cumpleaños? Será uno de los detonantes que desorientarán las respuestas de los padres y aumentarán las dudas de la Hija, provocando la evocación cada vez más frecuente a un personaje ausente llamado “Fark”. Fark estaba y ya no está. ¿Hay otro lugar fuera de esta jaula? Ardas o manifiesto por una nueva república es una obra que habla de la construcción de la realidad, una temática que es objeto de debate constante.La hija pierde su propia identidad despertando y creciendo en un mundo absurdo que le es impuesto. Su lucha constante por encontrar sentidos pondrá a la Madre y al Padre en lugares inesperados, obligándolos a quizás reconsiderar los planes.
“La cuestión –insistió Alicia-
jueves, 15 de octubre de 2009
MANIFIESTO Nº 1
Soy una buena madre. Soy un buen padre. Soy una buena madre. Soy un buen padre. Soy una buena madre. Soy un buen padre. Soy una buena madre. Soy un buen padre. Soy una buena madre. Soy un buen padre. Soy una buena madre. Soy un buen padre.
Y así hasta convencernos y convencer.
Y así hasta convencernos y convencer.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Ardas o la realidad de los objetos fabricados o el sueño de la razón ... (por una nueva república)
Y a continuación, compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza.
Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas... a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.-
¡Qué extraña escena describes -dijo una de las Ardas ellas- y qué extraños prisioneros!
Iguales que nosotros- replicó la otra-, porque entonces no hay duda, de que los tales hombres no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.
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